El Mito de Que Tú Eres Culpable del Cambio Climático
En la lucha contra el cambio climático, existe una creencia común que está paralizando la acción:
La idea de que TÚ eres personalmente culpable de la crisis climática.
Esta narrativa de culpa individual tiene un origen sorprendente.
¿Sabías que el término "huella de carbono" lo popularizó una petrolera? Fue BP (British Petroleum). Lo hicieron a principios de los 2000. Era un truco de marketing muy astuto.
Con esta estrategia, la industria de combustibles fósiles logró algo increíble.
Desvió la atención. La responsabilidad pasó de las empresas contaminantes a ti y a mí. Incluso crearon calculadoras para que midiéramos nuestro "impacto personal". De repente, tomar un vuelo o comer una hamburguesa nos convertía en villanos ambientales.
Hoy seguimos atrapados en esta lógica.
Los mensajes ambientales nos hacen sentir culpables por casi todo. Cada decisión diaria parece un ataque al planeta. Esta mentalidad nos ha llevado a creer que "la culpa de la crisis climática es nuestra" por no actuar de una manera perfectamente responsable con el planeta.
Es una trampa mental que nos paraliza.
¿Qué ha causado esta manera de pensar? Un par de cosas muy claras:
- Nos quedamos quietos. Muchos piensan: "Es imposible ser perfecto, así que ¿para qué intentarlo?"
- Olvidamos lo importante. Mientras nos sentimos mal por usar implementos de plástico, no exigimos que las empresas y gobiernos hagan los cambios grandes que realmente necesitamos.
El problema es simple: nos han hecho creer que somos los responsables
Pero los verdaderos causantes son las grandes industrias de combustibles fósiles principalmente del norte global. Solo 36 empresas son responsables de casi la mitad de los gases de efecto invernadero.
Incluso en Santiago de Chile, los estudios muestran los sectores más altos de Santiago contaminan 7 veces más que los más bajos.

La crisis climática es demasiado grande y compleja para ser reducida simplemente a nuestras voluntades individuales. No necesitamos mil personas contribuyendo de manera perfecta, sino miles de millones de personas contribuyendo en lo que puedan y de forma imperfecta.
La fuerza está en nuestra conexión:
Es difícil llegar como individuo a millones de personas, pero por eso hay que volcar la mirada hacia lo que uno puede hacer. Tú eres parte de la solución, no el problema y tu poder está en tu círculo de influencia.
No necesitamos ser perfectos. Necesitamos estar conectados entre nosotros y con nuestro entorno.

La verdadera transformación ocurre cuando entendemos la complejidad del problema, identificamos a sus principales causas y efectos, y actuamos.
Eventualmente encontraremos a otros en el camino, conectaremos y comenzaremos a aumentar nuestro círculo de influencia.

Comments ()