3 Mitos Que Combatir al Hablar sobre el Cambio Climático

3 Mitos Que Combatir al Hablar sobre el  Cambio Climático
¿Quién sufre más en una ola de calor? ¿Los ricos o los pobres?

El cambio climático es la crisis más compleja que hemos enfrentado como civilización. Lo es en parte porque la manera en que pensamos sobre ella es fácil víctima de mitos que nos impiden actuar efectivamente.

Mito 1: El cambio climático es un problema de élites

El primer mito, y quizás el más grave, es creer que el cambio climático es netamente un problema ambiental.

Se viralizó pensar el cambio climático como osos polares en témpanos derretidos, cuando en realidad es una crisis de desigualdad.

Pixel art de la clásica imágen de osos polares en un témpano de hielo que se derrite.

Cada vez que una sequía golpea y los incendios arrasan y se vuelve irrespirable el aire, la pobreza avanza.

Cada vez que alguien no puede salir a trabajar por una ola de calor, la miseria gana terreno.

Cada vez que una inundación daña cultivos y aumenta el precio de los alimentos, la sombra de la escasez se extiende sobre los más vulnerables.

Veamos la realidad: El cambio climático afecta a todos, y sobre todo a quienes les cuesta llegar a fin de mes.

El cambio climático es un multiplicador de pobreza: Los ricos se harán más ricos, y los pobres más pobres.

Mito 2: Esto es solo una pelea de los grandes titanes.

Otro error crítico es pensar que la solución vendrá exclusivamente de los países más grandes, ricos o desarrollados o las grandes corporaciones.

Pixel art de dos sumos a punto de luchar. Uno representa Estados Unidos y el otro China.

Mientras esperamos que las naciones o empresas ricas "paguen la cuenta", ignoramos el poder de la colaboración del países del sur global, que son los más pobres y afectados por esta crisis.

La colaboración no conoce fronteras ni requiere permiso del norte global.

Chile, por ejemplo, es un líder climático y colabora en formar capacidades en estas materias con países africanos como Ghana, Liberia y Togo.

Foto de la oportunidad que tuve de compartir la experiencia Chilena de política climática en la Universidad de Accra, Ghana. Al taller de fortalecimiento de capacidades asistieron funcionarios públicos y parlamentarios de Ghana, Liberia y Togo. Les conté incluso del estallido social.

No necesitamos esperar grandes acuerdos internacionales para adaptarnos al cambio climático o reducir nuestras emisiones.

En Chile, casi un cuarto de nuestra energía es solar, y tenemos la mayor flota de buses eléctricos después de China.

Los hogares y las personas en el planeta ya aportan más de 185 mil millones de dólares anuales a la lucha climática - casi el 20% de lo que se busca en acuerdos globales.

Mito 3: El cambio climático es un problema del futuro.

Cada año que pasa son menos los días en que podemos vivir nuestra vida ignorando el cambio climático, actuando como si no existiera.

¿Por qué? Porque cada año aumentan los días en que sufrimos olas de calor, incendios e inundaciones que reducen nuestra calidad de vida.

Cada año son más los días en que los puertos cierran por marejadas anormales. Tener los puertos cerrados implica menos comercio y un aumento de precio en los reducidos bienes que entran al país.

Las marejadas y las sequías en el canal de Panamá desestabilizan el comercio global.

Además, cada décima de grado que aumenta la temperatura global está reconfigurando el tablero geopolítico, porque se derrite el ártico y aumentan las tensiones entre grandes potencias que buscan explotar minerales que quedan disponibles y disputar nuevas rutas de navegación.

El cambio climático es la próxima revolución económica y ya está tensionando al planeta completo. No es una amenaza lejana.

Otra cosa distinta es que haya una ola de líderes que niegan la existencia de este problema. Se aprovechan de que el cambio climático es un problema complejo difícil de comprender y le echan la culpa a causas fáciles de odiar, como a los inmigrantes, delincuentes, terroristas o a personas que piensan diferente que ellos.

Los líderes políticos que niegan el cambio climático son como una avestruz que esconde su cabeza bajo el suelo. Pretenden que creas que la culpa es de otra cosa.

Tendremos que aprender a navegar estos tiempos difíciles en vez de ignorarlos y el primer paso es aprender sobre nuestro entorno.


Si te hizo sentido esta pieza, quizás te gustaría participar de un taller de simulación climática mundial donde te enseñaremos mejores prácticas para usar inteligencia artificial y evaluar la información la que encontramos en internet.